martes, 8 de abril de 2008

Esa niña canta: " I can´t get no (satisfaction) "

Una buena tarde fresca con olor a otoño, siento como el tedio se apodera de mi producto de la pelicula que ví, de la historia y de la vida privada de la misma, la que apenas puede mostrar pequeños gestos de una vida. (Se me hace imposible no nadar entre las ideas que en mi estado de aburrimiento necesito matar).

El personaje de esta película se describe como una figura de la inconformidad. Ésa que teniendolo todo; belleza, amor, juventud, encanto e inteligencia, no puede ser feliz. De ahí sus múltiples adicciones , materializadas en frivolidades imprenscindibles como las comidas, la ropa, los zapatos, las salidas nocturnas, consumismo en su máxima expresión, que a la larga solo es exquisito por milésimas de segundo. ¿ Será qué el excesivo tener algo más siempre viene acompañado del vacío, del tedio vital ? No sé, pero varías mujeres siguen o han seguido esa huella.
Incomprendidas? Siempre. Se hacen daño, lo saben y en algunos casos lo transmiten, pero la verdad es que a nadie le importa demasiado lo que tienen que decir. Su imagen de angustia y pena les quita credibilidad y confianza para con ellas. La necesidad, una vulnerabilidad que se refleja en un cuerpo agotado y en el desapego de lo relevante.
Dan la sensación de estar en una búsqueda constante, contagiadas de una valentía algo tonta que sólo la falta de amor podría provocar.
Tan preocupadas por su aspecto físico. será que eso las ayudará a sentirse llenas? Así es como responden a su poética falta de cariño. Bien vestida.
Siempre una niña a medio camino de transformarse en una adulta, al menos en teoría. Mujeres infinitamente insatisfechas, atrapadas en mundos que las anulan y a los cuales son incapaces de pertenecer.

De pronto en medio de la tarde con olor a otoño me siento irremediablemente cercana a ellas.